Situación del sector
A nadie puede pasar desapercibido el gran cambio experimentado por la sociedad en los últimos veinte años respecto a tenencia y disfrute de animales de compañía. Desde un estado inicial en la que se les consideraba como elementos de mayor o menor utilidad según la actividad que desarrollaban (perros de caza, guarda, perros pastores, gatos para eliminar roedores), se ha pasado a tener un sentimiento de cariño que, en algunos casos, llega a convertir a las mascotas en miembros de pleno derecho de las familias.Son varios los factores que llevan a esta situación, pero no cabe duda que la sensibilización hacia los temas medio-ambientales, así como, un nivel de educación mucho más elevado que antaño, son claves para entender este fenómeno que se viene produciendo en los llamados países desarrollados y, de lo que España no es ajena.
Así en el gráfico siguiente elaborado por la Asoc. Española de Fabricantes de Alimentos para Animales de Compañia-ANFAAC podemos ver de forma gráfica esta evolución.
Aunque se trata de un gráfico sobre un censo de 2013, se puede ver una evolución al alza producida en los últimos 10 años. En casi el 50% de los hogares españoles hay una mascota, cifra aún por debajo de la media europea, lo que da idea de la potencialidad de crecimiento del sector.
Estos cambios no se producen de forma simultánea en todos los lugares, pudiendo observarse más claramente en ciertas áreas urbanas. Las Palmas de G.C., por ejemplo, es una de las localidades españolas con mayor censo canino en relación a su número de habitantes y, quizá debido a ello, es que los propietarios están más concienciados para identificarlos debidamente.
Existe pues un amplio consenso social sobre esta y otras necesidades. Sin embargo, esto no es extensivo a todas las poblaciones, sobre todo si se trata de localidades no urbanas donde existe un menor grado de sensibilización hacia estos temas.
Volviendo a Canarias, hay que destacar el alto número de animales registrados, con una población de hecho de 2,1 mill. de habitantes, tenemos según los últimos datos de Zoocan que es el organismo encargado del Registro de Identificación animal y dependiente del Consejo de Veterinarios de Canarias, más de 575.000 animales entre perros y gatos «censados».
En la tabla siguiente podemos observar más detalladamente esto, así mismo, nos da una idea nítida de las potencialidades que este proyecto lleva consigo y de la oportunidad de negocio que se puede generar dada las características socio-culturales donde se ubica, y de las que hablaremos más adelante.
Consultando los datos del Colegio de Veterinarios de Las Palmas, nos encontramos con que en la actualidad hay colegiados algo más de 830 Veterinarios en la provincia. Si lo comparamos con el número de animales censados, principalmente perros y gatos, nos da una relación muy por encima de los datos a nivel nacional correspondientes al año 2013, y que según la EPA fijaba en unos 42.000 veterinarios. Es decir, nos encontramos con un déficit de facultativos a nivel provincial.
Hay que tener en cuenta que los datos sobre cuántos de esos profesionales se dedican a la clínica de animales de compañía son muy controvertidos, puesto que el cambio de actividad o la dedicación a otras áreas es un fenómeno relativamente frecuente en esta profesión. Combinando estos datos facilitados por el Mintº de Agricultura y M. A., que dice existen unas 6.000 clínicas en toda España nos da un ratio de 1 clínica cada 7.833 habitantes. Por contra en esta provincia hay registradas aprox. 125 clínicas con un ratio de 1 clínica por cada 8.840 habitantes. Obsérvese que sólo hablamos de población de hecho, pues en la Las Palmas se reciben anualmente más de 5 millones de turistas quienes cada vez viajan más en compañía de sus mascotas, debido a la tolerancia y apertura en este sentido de los establecimientos del sector.
En resumen, y al menos en teoría, algo tan temido en el desarrollo de cualquier proyecto empresarial como es la saturación de la oferta, o la escasez demanda, en nuestro caso dista mucho de ser en estos momentos un hándicap.