Cualquier perro que asista a una barbacoa está ávido de recoger del suelo o de la mesa cualquier vianda que pueda llevarse a la boca -con o sin permiso- de los anfitriones del evento. Si no quieres que un día tan especial y divertido se vea empañado por ningún accidente que pueda ocurrirle a tu mascota, debes extremar las medidas para evitar que el resto del día se convierta en un auténtico calvario por algo que, tal vez, nunca hubieras pensado podría pasar. Y es que hay alimentos que están totalmente vedados para las mascotas, y otros pese a su popularidad, le pueden provocar problemas de encías o digestivos: Huesos de pollo, de chuleta, cerveza o cualquier tipo de bebida alcohólica, ajos, etc.
Todos conocen la historia del niño que no quiere cenar, entonces, cuando nadie mira, la comida desaparece debajo de las mesas y en el la boca ansiosa del perro de familia. Hay que muchas personas propietarios que no pueden evitar ceder a la los ojos grandes y conmovedores de tu mascota cuando quiere que le des lo que estás comiendo en ese momento, pero tenemos que mentalizarnos que los restos de comida de la mesa y las sobras deben estar limitados a los seres humanos, que es en definitiva para quienes fueron cocinados.
La comida humana o doméstica puede enfermar a los perros y conducir a la obesidad. La Pancreatitis causada por la ingestión de alimentos ricos en proteínas y grasas pueden llevar a tu mascota al hospital durante días o semanas, dependiendo de la severidad de la reacción y no de la cantidad de alimento humano ingerido. Algunos alimentos, incluidos los aguacates, pueden causar problemas digestivos mientras otros, como el lúpulo, pueden causar hasta la muerte.
Algunos alimentos humanos totalmente prohibidos para tu mascota son: Chocolate, uvas y pasas, cebolla, ajo, dulces, algunos tipos de nueces como la de macadania, cafína, alcohol, mantequilla, carne de cartílagos. Evita sobre todo los alimentos salados o excesivamente dulces. Tampoco son buenas Los cuellos y las menudencias de pavo no son buenos para alimentar a sus mascotas.
Evita el problema y recuerda: Por mucho que tu perro se ponga llorón y dé lástima cuando te pide un poco de postre, bajo ningún concepto te rindas a sus carantoñas. Avisa a tus invitados de que tampoco lo hagan.