Sarita
Esta carta póstuma tendría que habértela escrito abuelo, pero él se marchó un año antes que tú teniéndote siempre presente en su, por entonces ya, cansada memoria.
Él te recogió después de que alguien te salvase de una muerte casi segura, siendo aún una gatita de apenas una semana de vida. Un desalmado en la fábrica que fue tu lugar de nacimiento, no estaba dispuesto a tener más gatos pululando por allí. Así que te recogieron, a ti y a tu hermana, que se la quedó una empleada a quien le llamó la atención su cola que formaba unos rizos en su punta, y tú te quedaste en nuestra familia.
Cuando llegaste a casa de abuelo enseguida hiciste buenas migas con él, te tenía como a una reina sin que te faltase de nada, desde el sustento diario a las caricias con las que te agasajaba diariamente. Tanto que duraste 21 años en su compañía, hasta que seguro no pudiste aguantar su ausencia y decidiste acompañarlo en su último viaje.
Mientras alguien te recuerde permanecerás entre nosotros, aunque ya no estén los abuelos aquí, pero seguro que tú si estarás al lado de ellos allí, pidiendo unas caricias y maullando sin cesar como casi murmullando: “Gracias por el amor y la compañía que me disteis y un hogar donde cobijarme y ser feliz”.
Hasta siempre Sarita
- CLIENT Sara
- AÑO 1994 - 2015
- WE DID J. Miguel
- COLABORA
- TAGS